domingo, 8 de mayo de 2011

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frank gehry

Nació con el nombre de Ephraim Goldberg en Toronto, Canadá, pero adoptó más tarde la nacionalidad estadounidense. Su familia era de origen judío-polaca, con un padre que se dedicaba al comercio de materiales y una madre melómana. Se graduó en 1954 (año en que se cambió el nombre por presiones de su exmujer) de sus estudios de Arquitectura y comenzó a trabajar en el estudio de Victor Gruen y asociados en Los Ángeles. Tuvo que ausentarse durante un año para hacer el servicio militar y, a su regreso, fue admitido a la Escuela de Diseño en la Universidad Harvard para estudiar Urbanismo. A su regreso a Los Ángeles se incorporó nuevamente al despacho de Gruen.
En 1961, ya casado y con dos hijas, Gehry se trasladó con su familia a París, donde trabajó en el estudio de André Rémonder. La educación francófona que había recibido en Canadá le fue de gran ayuda para desenvolverse en París. Permaneció un año, durante el cual estudió las obras de Le Corbusier y otros arquitectos franceses y europeos, así como las iglesias románicas existentes en Francia.
Cuando regresó a Los Ángeles, Gehry abrió su propio despacho de Arquitectura. En los años siguientes fue desarrollando su estilo arquitectónico personal y ganando reconocimiento nacional e internacional. Su arquitectura es impactante, realizada frecuentemente con materiales inacabados. En un mismo edificio incorpora varias formas geométricas simples, que crean una corriente visual entre ellas. Sus diseños no son fáciles de valorar para el observador inexperto, ya que una buena parte de la calidad de diseño se encuentra en el juego de volúmenes y en los materiales empleados en las fachadas, preferentemente el metal, en todo lo cual sólo el entendido reconoce enteramente la armonía y el diseño estructural.
Gehry es uno de los arquitectos contemporáneos que considera que la Arquitectura es un arte, en el sentido de que una vez terminado un edificio, éste debe ser una obra de arte, como si fuese una escultura. Para acercarse cada vez más a este ideal, Gehry ha ido trabajando en sus sucesivos proyectos en esta dirección, sin abandonar otros aspectos primordiales de la arquitectura, como la funcionalidad del edificio o la integración de éste en el entorno.
Habiendo crecido en Canadá, Gehry es un gran aficionado al hockey, En el 2004 diseñó el trofeo de la Liga Mundial de Hockey.

Premios

En reconocimiento a su labor, Frank Gehry ha recibido numerosos y prestigiosos premios y distinciones, como las siguientes:
·         1977 - Arnold W. Brunner Memorial Prize in Architecture (American Academy of Arts and Letters.)
·         1989 - Premio Pritzker.
·         1992 - Premio de la Fundación Wolf de las Artes (Arquitectura).
·         1992 - Praemium Imperiale Award for Architecture, de la «Japan Art Association».
·         1994 - Premio Dorothy and Lillian Gish.
·         1998 - National Medal of Arts (AEB).
·         1998 - Premio Friedrich Kiesler.
·         1999 - Medalla de Oro del AIA, American Institute of Architects (AEB).
·         2000 - Medalla de Oro, Royal Institute of British Architects.
·         2002 - Gold Medal for Architecture (American Academy of Arts and Letters).
·         2002 - Companion of the Order of Canada.
·         2003 - Medalla de Plata de Caldes de Malavella
·         2008 - Medalla de la Orden de Carlomagno del Principado de Andorra (luego la rechazó)

Obras representativas

Otro gran Proyecto Zaha Hadid

Desde Nueva York, Álvaro Pineda
Zaha la hizo de nuevo y esta vez además, la hizo igual que siempre. Alguien en su oficina de Londres debe haber presionado Control K en algún computador y luego de algunos minutos de espera, enviado a fabricar por partes el nuevo pabellón que desde octubre se estacionó en Central Park de Nueva York. ¿De qué se trata todo esto? Zaha diseño un pabellón para la marca Chanel donde diferentes artistas visuales presumen intersectar la difícil ecuación de arquitectura, arte y fashion en el interior de este extraño crustáceo. Se trata de un paseo de media hora guiado por una sospechosa voz que nos susurra indicaciones desde un mp3, el cual llevamos todos los visitantes.
Este artefacto es proporcionado por las anfitrionas de Chanel en el acceso y los idiomas a elegir son tan variados como las curvas del pabellón. Delante mío una chica pide el idioma ruso, yo me quedo con el ingles ya que me habían advertido que la traductora al español era mala. La voz en el mp3, que me gustaría creer que es la misma voz de Zaha contando un cuento de terror, nos habla sobre las tentaciones, el misterio, las sensaciones y los deseos, a la vez que nos indica qué ver y qué mirar dentro de este recorrido, todo controlado y calculado para el libre flujo de los visitantes que entran uno a uno.




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Mujeres Trascendente

Arquitectos: Zaha Hadid Architects
Ubicación: Guangzhou, China
Directores de Proyecto: Woody K.T. Yao, Patrik Schumacher
Jefe de Proyecto: Simon Yu
Equipo: Jason Guo, Yang Jingwen, Long Jiang, Ta-Kang Hsu, Yi- Ching Liu, Zhi Wang, Christine Chow, Cyril Shing, Filippo Innocenti, Lourdes Sanchez, Hinki Kwong, Junkai Jiang
Instituo Local de Diseño: Guangzhou Pearl River Foreign Investment Architectural Designing Institute (Guangzhou, China)
Ingeniería Estructural: SHTK (Shanghai, China); Guangzhou Pearl River Foreign Investment Architectural Designing Institute
Ingeniería de Fachada: KGE Engineering (Zhuhai, China)
Construcción: Guangzhou Pearl River Foreign Investment Architectural Designing Institute (Guangzhou, China)
Asesoría en Acústica: Marshall Day Acoustics (Melbourne, Australia)
Asesoría para el Teatro: ENFI (Beijing, China)
Asesoría en Iluminación: Beijing Light & View (Beijing, China)
Gestión de Proyecto: Guangzhou Municipal Construction Group Co. Ltd. (Guangzhou, China)

Gestión de Construcción: Guangzhou Construction Engineering Supervision Co. Ltd. (Guangzhou, China)
Contratista: China Construction Third Engineering Bureau Co. Ltd.
(Guangdong, China)
Superficie: 70.000 m2
Fecha: 2003-2010
Fotografías:
Iwan Baan
La oficina de Zaha Hadid compartió con nosotros su proyecto para la Casa de la Ópera de Guangzhou, en China. La propuesta busca entrar en armonía con su entorno, junto a un río, a través de un innovador diseño que sigue el concepto de piedras erosionadas al borde del agua. Imágenes y la descripción del proyecto a continuación.



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Donde el arte y la arquitectura se unen crean grandes Proyectos

Hace unas semanas, comenzamos a publicar información sobre el parque temático “Ferrari World”, ubicado en Abu Dhabi, que es un proyecto que está desarrollando actualmente la marca del Cavallino Rampante.

El proyecto contará con 20 atracciones diferentes entre las que destaca la montaña rusa más rápida del mundo, que según la marca, pretende emular la sensación de conducir un Formula 1 real, alcanza los 100 Km/h en dos segundos aproximadamente llegando hasta los 240 Km/h.
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Arquitecto mexicano con ideas Plásticas

Ubicación: Querétaro, MéxicoArquitecto: Rojkind Arquitectos Arquitecto a cargo: Michel RojkindJefes de proyecto: Agustín Pereyra, Paulina GoycooleaEquipo de proyecto: Moritz Melchert, Tere Levy, Isaac Smeke, Tomas Kristof, Francisco Gordillo, Andrés Altesor, Juan Pablo EspinosaPrograma: Laboratorios, Oficinas, Auditorio, Sala de degustaciónCliente: NESTLÉSupervisor Nestlé: Flavio Guerrero, Cristian MorenoConstructor: SLCI Engineer Jose SolisIngeniería de fachada: VYCISA [Juan Pablo Casillas, Cybelle Hernandez]Ingeniería estructural: Juan Felipe HerediaM.E.P.: Quantum DesignMobiliario: Esrawe Diseño / Arne QuinzeAlfombras: InterfaceSuperficie construida: 700m2Año diseño: 2007Año construcción: 2009Modelo 3D: Juan Carlos VidalsPaisajismo: Rojkind ArquitectosFotografía:  © Paúl Rivera
En su “Atlántida de hormigón”, Reyner Banham postula “una conexión causal, cultural y consciente” entre el modernismo arquitectónico y las estructuras utilitarias de cierto periodo industrial. De Loos y Berhens a Gropius y Le Corbusier, entre muchos otros, en los primeros años del siglo XX se planteó un constante viaje de ida y vuelta entre la arquitectura y la edificación industrial –hasta entonces marginada en tanto arquitectura– que seguirá siendo una característica incluso de la arquitectura contemporánea. Reimaginar la industria fue una tarea con la cual la arquitectura devolvió el favor de habérsele mostrado el camino para desembarazarse de la pesada carga formal y estilística de casi un par de siglos de academismo retórico y eclecticismo vacuo. Reimaginar se entiende aquí como la invención de una imagen que se mueve entre la lógica operativa y el logotipo mediático.
En esa veta puede inscribirse el trabajo que Rojkind arquitectos ha realizado para un par de anexos en fábricas de Nesté. Primero el vestíbulo a su fábrica de chocolate en las afueras de Toluca, cerca de la ciudad de México: una estructura de planos inclinados adosada a la fabrica existente y que serviría como germen de un futuro museo. El segundo encargo, en la zona industrial de la ciudad de Querétaro, un edificio para el Laboratorio de desarrollo de nuevos productos, Centro de competencia de Embalaje y ser satélite de su PTC (product Tencology Center) de Marysville en USA para el desarrollo de productos en bebidas.
Este nuevo encargo planteó sin embargo un reto extra, además de la relación con las estructuras fabriles. La declaración del centro histórico de dicha ciudad como patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO en 1996 tuvo efectos imprevistos incluso en la periferia industrial: el nuevo edificio debía tener un pórtico con arcos –tradición obliga. Rojkind afrontó el problema a partir de una reinterpretación tanto del arco como del pórtico. Si el arco es un fragmento de cúpula detenido o bien –lo que a final de cuentas resulta similar– la cúpula un arco amplificado al girar sobre su propio eje, da igual: la cúpula cumple con la referencia al arco sin caer en cliché. En este caso, una serie de esferas intersectadas y multiplicadas cual espuma son la matriz de un espacio abierto y continuo –el pórtico– que se extiende mientras otro, formado por unas cajas ortogonales recubiertas con vidrio espejo satinado, contienen la proliferación de esferas –que a su vez lo socavan– y alojan el programa específico del laboratorio.
Mientras los exteriores son opacos, en apariencia metálicos e impenetrables, los interiores de estas cajas, pintados en distintos colores, tienen una calidad casi teatral: los investigadores enfundados en sus batas blancas flotan en una continuo azul, amarillo o verde que se recorta contra el del espacio contiguo, de color diferente y, a veces, cuando alguno de los paneles que recubren a las cajas se revela y abre como ventana, pueden adivinarse desde el exterior.
La construcción de este edificio –que en otras latitudes se hubiera resuelto, probablemente, mediante el uso de sofisticadas tecnologías para la producción automatizada de piezas únicas en correspondencia a la compleja geometría de las esferas– implicó traducir esas lógicas formales y espaciales a otra constructiva, simple y casi coloquial, que permitió a los trabajadores locales fabricar el espacio espumoso a partir de la intersección física de cúpulas semiesféricas armadas con arcos y anillos de varilla de acero.
El resultado final es una serie de contrastes unificados con aparente sencillez: el color metálico satinado del exterior, ligeramente reflectante, con y contra los colores brillantes y mates de los interiores; los planos abstractos de las cajas con y contra la exuberancia de las esferas entrelazadas. Puede que la fuerza de este proyecto se deba, quizá, a ese juego de opuestos que pueden, de manera dinámica y variando según la posición del observador, ser en un momento características dominantes y al siguiente discretas. La construcción industrial recupera así, repensado y recargado, algo de lo que le dio a entender en un tiempo a la arquitectura: claridad y contundencia.


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Santiago Calatrava, el arquitecto y el artista

Santiago Calatrava es, hoy por hoy, el arquitecto e ingeniero español que más suena en el mundo. Si a esa doble condición de arquitecto e ingeniero unimos las de profesor y escultor tendremos la justificación de su reciente ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.


Hace pocos días, Calatrava tomaba posesión como miembro honorario de la culta casa académica de la madrileña calle de Alcalá en una ceremonia hasta cierto punto fuera de lo común. En lugar de los habituales discursos del recipiendario y la contestación de un académico, que los hubo pero de una extensión inferior a la normal, el acto consistió en la proyección del vídeo «Movimiento», en el que el técnico y artista valenciano expuso su ya dilatada obra.


Pintura y arquitectura


Se mostraba Santiago Calatrava más que satisfecho de que un arquitecto e ingeniero entrara en el claustro de la prestigiosa Academia de la que Francisco Goya fue miembro distinguido. «La historia clásica recoge no pocos casos de arquitectos que antes que técnicos -dijo Calatrava- eran considerados artistas en toda la extensión de la palabra.
De hecho, la pintura ha sido siempre el vehículo más espontáneo entre la arquitectura y la escultura.» Pero el nuevo académico hizo una salvedad importante: «Mientras el escultor puede materializar una idea abstracta, en la que se produce una ausencia de la servidumbre en función de lo que se va a crear, en la arquitectura no puede pasarse por alto dicha necesidad».
Pocos días después de esta solemne sesión académica se inauguraba solemnemente en Valencia el nuevo Museo de la Ciencia Príncipe de Asturias, que es la última obra de Calatrava. El edificio, cuya peculiar arquitectura ha sido divulgada por los reportajes de televisión y las fotografías de prensa, tiene 250 metros de largo y 54 de alto, con una superficie de 41.000 metros cuadrados, distribuidos en cinco plantas. La estructura, como todas las de Calatrava, consiste en una fina osamenta alargada, cuya limpieza y claridad se funde con el siempre diáfano cielo valenciano. Una doble serie de soportes y arbotantes, por decirlo con un término clásico de la arquitectura gótica, sostiene una cubierta plegada en zig-zag.
La filosofía constructiva de Calatrava siempre ha sido lo mismo: unir la belleza de una estructura con las prestaciones de una función. Sea un museo, como éste de Valencia, o un puente, como el del Alamillo, de Sevilla, todas las obras de Calatrava lucen el sello de su autor.
Lo mismo podemos decir de los aeropuertos de Lyon o de Bilbao. O de las estaciones ferroviarias, como esa obra maestra de la Estaçao de Oriente, de Lisboa, estrenada con motivo de la Expo'98 y convertida desde entonces en uno de los emblemas de la feria, como el Pabellón de Portugal, diseñado por Siza Vieira, o el Oceanario, de Chermayev.


Oceanario de Chermayev



La Expo lisboeta tuvo la doble virtud no sólo de crear durante un año un escaparate donde los países participantes expusieron sus glorias técnicas y culturales, sino rescatar del olvido ese inmenso No-Man's-Land que se extendía entre el Cabo Ruivo y la ciudad de Lisboa. Durante unos 15 kilómetros la orilla derecha de la desembocadura del Tajo no sólo ofrecía un desolado paisaje lunar de almacenes abandonados, torres Derrick oxidadas y solares cubiertos por montañas de desechos industriales.
Concluida la Expo, el actual Parque de las Naciones conserva no pocos de los edificios de aquélla, como ese enorme Pabellón Atlántico donde se acaba de jugar el Masters de tenis o la citada Estación de Oriente, que ha supuesto una fecha clave en la historia de las comunicaciones lisboetas y portuguesas.
La editorial portuguesa Livros de Livros ha dedicado a la Estación de Oriente un lujoso álbum redactado en portugués, español e inglés, donde se explica con todo detalle, a través de fotos y textos, la historia completa del proyecto Calatrava. La gran estación lisboeta no nacía simplemente por el orgulloso deseo de «añadir un trazo distintivo y creador en la Expo», escribe Alvaro Siza Vieira.
Por el contrario, esa hermosa «cabellera despeinada» es un instrumento que reúne la triple funcionalidad de una colosal estación «donde confluyen ferrocarril, metropolitano y transporte por carretera, rechazando la nostalgia ante el casi irresistible recuerdo de las estaciones de otros tiempos».


Bienvenida portuguesa



La Estación de Oriente se ha convertido, así, en un instrumento fundamental en las comunicaciones de Lisboa, de Portugal entero. Para los viajeros españoles que llegan a la capital portuguesa por ferrocarril, la Estación de Oriente es ya una referencia familiar. Al contemplar desde la ventanilla la larga arcada de Calatrava saben que están llegando ya a su destino en la lisboeta estación de Santa Apolonia.
Nada mejor que esa bonita y nueva estación de Calatrava para dar la bienvenida al viajero, vuelvo a citar a Siza Vieira, «a orillas de un Tajo espléndido e incorruptible saliendo al encuentro del Terreiro do Paco, del Centro Cultural y de la Torre de Belém, como una almadía de acero, cristal y hormigón».
 

¿Es arte y acaso importa? Husman Haque

La gente a menudo me llama artista. Esto no me importa demasiado, pero me preocupa que aquéllos que sí se llaman artistas a sí mismos puedan mirar mi trabajo y sentirse un poco ofendidos de que mi trabajo se incluya en la misma categoría que sus, sin duda, mejores "obras de arte." Por otra parte, cuando la gente me llama arquitecto, hablando con propiedad, debo protestar: en el Reino Unido, no me puedo referir a mí mismo como arquitecto porque, sin tener el título, al hacerlo podría estafar a posibles clientes.
Este dilema les sucede cada vez más a aquéllos que estudiaron arquitectura, la ejercieron y ahora investigan la arquitectura. Surge porque estos investigadores profesionales están descubriendo nuevas técnicas para llevar más allá su disciplina, rigurosamente influidos por las prácticas de los nuevos medios. En los años ochenta y noventa se llevaron a cabo avanzados trabajos teóricos de arquitectura en papel, en maquetas, en galerías, en libros.
Ahora se está llevado en instalaciones interactivas, en la realidad aumentada, en las performances en red. En algunos sentidos, la gran parte del trabajo arquitectónico avanzado lo produce hoy en día personas que no son arquitectos. Los tecnólogos en los institutos de investigación están desarrollando sistemas receptivos que permitan a la gente relacionarse con sus espacios, por ejemplo, a través de paredes de proyección, dispositivos remotos y sensores "inteligentes." Los promotores de viviendas promueven desarrollos tecnológicos por diferentes razones económicas, aumentando el rendimiento o reduciendo los costes en las técnicas de construcción. Los artistas son los primeros en aplicar los nuevos modelos de interfaz y en cuestionar las distinciones entre público y artistas o diseñadores y usuarios.
Aún más así, ha sido la gente que actúa dentro de territorios constantemente fluctuantes de los nuevos medios la que ha tenido las mejores oportunidades para desafiar los límites del diseño del espacio y, por extensión, el diseño arquitectónico. Han explorado la naturaleza cambiante de las relaciones de las personas con sus medios, expresados en proyectos construidos, tangibles y viables.
Resulta útil para los arquitectos investigadores andar por la fina línea entre la "arquitectura" y el "arte." Resulta aún más útil eludir la cuestión de qué es lo que las distingue porque le permite aprovecharse de lo mejor de ambas.
Los artistas que trabajan con la tecnología están abriendo nuevos caminos creativos de investigación. Estos procesos son iterativos, combinando la práctica con la investigación, el diseño con la implementación. Sus estrategias les permiten redefinir tanto los límites de la tecnología como los límites del arte. Los arquitectos pueden aprender de los artistas de los nuevos medios a un nivel práctico en dos áreas en particular.
En primer lugar, pueden aprender la estrategia de llegar a construir un proyecto y evaluarlo con gente del mundo real. Ha sido demasiado fácil para los arquitectos especular sobre papel o en maquetas "lo que podría ser" o "lo que podría suceder." Los artistas nunca están contentos quedándose en el terreno de la "posibilidad" (excepto un tipo particular de arte conceptual; aunque incluso entonces la propuesta se convierte en obra de arte y se puede valorar tal cual). Pueden utilizar técnicas de prototipos rápidos o interfaz de baja tecnología, haciendo hincapié en producir experiencias a escala 1:1. Pueden adoptar las propuestas conceptuales de los artistas creando trabajos que son socialmente inquisitivos, que critican sus propios modos de producción y que aspiran a entablar conversaciones con otros proyectos similares; creando trabajos que, en palabras de Matthew Fuller, "no son simplemente arte" [1]. Sin embargo, ante todo pueden aprender de los artistas que llevan a cabo sus proyectos (a diferencia de simplemente proponerlos), lo que permite que los demás los aborden con el fin de criticarlos. Al hacer esto, también se permiten a sí mismos la posibilidad de autocriticarse con agudeza, porque la escala del tiempo en un proyecto "artístico" es normalmente lo suficientemente corta para que la respuesta de la forma final construida sea lo suficientemente cercana al proceso de construcción, y tenga un efecto en la propuesta original.
En segundo lugar, los arquitectos pueden aprender de los artistas de los nuevos medios formas de implementar sus ideas a través de estrategias de financiación creativas. La forma normal de producción de un arquitecto que quiere promover el concepto en particular en proyectos físicos construidos consiste en desarrollar ideas conjuntamente con el cliente. El problema en este recorrido yace en la necesidad de encontrar primero un cliente antes de desarrollar totalmente una propuesta conceptual. Mientras que no hay duda de que el desafío de comprometer los ideales con los requisitos del cliente hacen el trabajo más interesante, es muy a menudo frustrante para el arquitecto no ser capaz de promover el concepto todo lo que sea posible sin tales restricciones. Los artistas, por otro lado, normalmente desarrollan una propuesta de proyecto primero y luego salen a buscar la financiación adecuada para ésta, ya sea a través de una subvención cultural, una subvención tecnológica o un patrocinio comercial.
Hoy en día, hay muchas de estas oportunidades y, por esta razón, uno puede encontrar artistas que usan su disciplina como un medio de investigación creativo que complemente la antropología cultural.
Los artistas, en particular aquéllos que colaboran con los científicos, han sido capaces de hacer avanzar el territorio conceptual del uso del espacio de maneras que les hubieran sido imposible a los arquitectos tradicionales. A través del desarrollo de la interfaz han explorado lo que podrían denominarse las tecnologías de los "espacios blandos": sistemas que incorporan las cualidades efímeras de la arquitectura incluyendo el olor, el sonido, la luz, el calor y los campos electromagnéticos. Esta propuesta se concentra en las interacciones que forman la experiencia del espacio y proponen sistemas que afectan estas interacciones. Además, explora la psicología de la percepción espacial, que ayuda a ampliar los límites de esas percepciones.
Otro acercamiento consiste en investigar cómo la gente se comporta dentro de estos entornos. Los movimientos artísticos que desafían las dicotomías aceptadas entre público y artistas tienen paralelismos con las investigaciones del espacio que desafían las distinciones entre arquitectos e inquilinos o diseñadores y usuarios.
Estas investigaciones proponen nuevos modelos para el diseño medioambiental basados en los sistemas que reciben la participación activa de la gente que actúa dentro de esos sistemas, informados por las maneras en que la cultura proporciona marcos de referencia para la interacción social. Contemplan la noción de "usuario como diseñador" y proponen coreografías y estructuras de control que no sólo se benefician de las contribuciones de los participantes sino que en realidad necesitan de ellas.
Este papel para los arquitectos es parecido al propuesto por Steven Groák en The Idea of Building, donde desarrolla el concepto de " profesionales-investigadores:" "Lo que necesitamos ahora es un paradigma de investigación, un marco de significado y práctica que provenga de la tecnología, del proceso de hacer cosas, del concepto de "know-how". Utilizará los métodos de producción y diseño como vanguardia. Aceptarán la idea de los procesos deterministas que son impredecibles." [2]
1. Fuller, M. "A Means of Mutation", http://www.backspace.org/iod/mutation.html, 1998.
2. Groák, S., "The Idea of Technology, And its Critics", The Idea of Building, London, E & FN Spon, 1992

©2005 Usman Haque,
Haque Design + Research
www.haque.co.uk


Texto originalmente publicado en el catálogo de ArtFutura 2005.
 

Cesar Pelli - Los arquitectos y los artistas

Cesar Pelli nos da su visión sobre la importancia de que los arquitectos interactúen con otros artistas como forma de crecimiento profesional. El arquitecto argentino, residente en NYC entiende que los arquitectos, que son artistas, deben confrontar ideas con otros artistas como forma de reexaminarse.

Artistas y arquitectos, juntos en una exposición

Artistas y arquitectos, juntos en una exposición
04-05-2010 - MDO - Fotografías: Juan Luis Jaén
El Museo Reina Sofía acoge hasta el 23 de agosto la exposición 'Desvíos de la deriva: Experiencias, travesías y morfología'. Una muestra que investiga algunos proyectos arquitectónicos que fueron ideados para ciudades latinoamericanas.
La muestra se compone de más de 400 piezas: dibujos, planos, fotografías de los proyectos, óleos, maquetas y cuadernos de artista, de Flávio de Carvalho, Juan Borchers, Lina Bo Bardi , Roberto Matta y Sergio Bernades. También hay una importante representación de la Escuela de Valparaíso y de su experiencia en Ciudad Abierta. La obra del arquitecto suizo, Le Corbusier, figura clave y referente indiscutible para la arquitectura sudamericana también forma parte de esta muestra. Todos ellos fueron artistas y arquitectos, o desarrollaron a la vez ambas disciplinas. Estos poetas-constructores compartieron la creencia de que el hombre, a través de la tecnología, podía reducir las jornadas de trabajo, para así aumentar el tiempo dedicado al ocio.

El recorrido de la muestra se ha organizado con dos recorridos diferentes. Uno comienza con la presencia de Le Corbusier y su llegada al continente latinoamericano. El otro espacio destaca por la obra de Sergio Bernardes vinculada a la ecología y el entorno natural.

El público tendrá la oportunidad de ver hasta el 23 de agosto proyectos arquitectónicos utópicos, la mayoría nunca construidos y que fueron desarrollados en su momento pensando en diferentes urbes latinoamericanas

El Arte de la Arquitectura Foster + Partners

Retrospectiva por primera vez en México de los proyectos del arquitecto ganador del Premio Pritzker de Arquitectura Sir Norman Foster y su estudio de arquitectura, Foster + Partners. La exhibición ha sido programada para coincidir con la celebración del Bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana, la exhibición presenta modelos arquitectónicos, dibujos, croquis, renders, fotografías y videos que sustentan el trabajo del estudio durante las pasadas cuatro décadas, incluyendo el Plan Maestro Biometrópolis en el sur de la Ciudad de México, para el mejor entendimiento de sus diversos proyectos alrededor del mundo.
 
El Arte de la Arquitectura Foster + Partners : Antiguo Colegio de San Ildefonso

La filosofía de Foster + Partners nació de sus proyectos experimentales iniciales realizados en colaboración con R. Buckminster Fuller en los años 70 que intentaron mediar a la industria de la construcción más cercanamente con las formas y procesos naturales. Enfocándose sobre edificios culturales y espacios cívicos, así como proyectos seleccionados de infraestructura, El Arte de la Arquitectura: Foster + Partners presentará importantes íconos de la práctica del estudio que reflejan y enfatizan la innovación estructural y el diseño sustentable y proporcionan un importante precedente para muchos de sus proyectos. La exhibición presentará algunas de sus estructuras más importantes y notables en el mundo, incluyendo Great Court en el Museo Británico, la Reichstag en Berlín, Trafalgar Square en Londres, y la Nueva Terminal 3 en el Aeropuerto Internacional de Beijing.

El estudio piensa que la mejor arquitectura viene de una síntesis de todos los elementos que por separado comprenden e comunican el carácter de un edificio. La estructura que lo sostiene; los servicios que le permiten funcionar: su ecología; la calidad de la iluminación natural; el símbolismo de la forma; la relación del edificio con la perspectiva de la ciudad o de la calle; la forma en que te desplazas alrededor de él, y por último su habilidad para levantar el ánimo. El enfoque holístico es incrementado por un fuerte compromiso con sus clientes, y también por el entorno público y los muchos usuarios involucrados. Un alto grado de servicio personal, aunado con el respeto por los valiosos recursos de costo y tiempo, que por lo tanto caracteriza su relación con sus clientes.

Las pasadas décadas han sido testigos de los cambios importantes en la actitud del público hacia la ecología y el consumo de energía. Siempre hemos anticipado estas tendencias, siendo pioneros en soluciones de diseño que utilizan totalmente fuentes de energía renovable y que ofrecen reducciones dramáticas en la emisiones de CO2. La conciencia sobre el medio ambiente es parte integral de la cultura del estudio ya que evoluciona para cumplir con los retos de los próximos cuarenta años.

Antiguo Colegio de San Ildefonso

Andrea Palladio, arquitectura en Vicenza, Italia

Un recorrido por algunas obras del arquitecto renacentista Andrea Palladio

Evolución de la arquitectura civil en el arte moderno

 

ELFIN DE LA ARQUITECTURA Y EL ARTE EN COMUNIDAD

Arte y arquitectura








El fin de la arquitectura es trascender la mera utilidad en belleza, por lo que toda la arquitectura es arte. Cuando estamos frente a una obra, sólo resta saber si "es" o no arquitectura.







ALEJANDRO VACA BONONATO.





Qué relación existe entre el arte y la arquitectura? ¿Es la arquitectura una obra de arte? ¿O, por el contrario, al estar sometida a la economía y a las leyes de la utilidad y el mercado la arquitectura ya dejó de ser un arte, si es que alguna vez lo fue?

Se agolpan las preguntas y es difícil una respuesta única. Louis Kahn, en un artículo publicado en The Voice of America de 1960, dijo algo esclarecedor: "Un pintor puede pintar las ruedas de un cañón cuadradas para expresar la inutilidad de la guerra. Un escultor también puede esculpir cuadradas las mismas ruedas. Pero un arquitecto debe usar ruedas circulares. Aunque la pintura y la escultura jueguen un papel espléndido en el campo de la arquitectura, no obedecen a la misma disciplina". Con esta afirmación categórica, Kahn habla de una especificidad propia de la arquitectura, diferente de la de la pintura o la escultura.

Aristóteles introduce el concepto de "entelequia", que luego tomará Kant para referirse a la obra de arte. La entelequia implica un fin intrínseco o la idea de una finalidad sin fin. Y entendiendo el tema —desde el concepto de obra de arte acuñada por la Modernidad— significa que no hay ninguna pieza de arte que se justifique por otra. Cada obra de arte "es", porque es una unidad, no es una perfección en tanto meta, sino aquella perfección que se refiere al advenimiento de una sola cosa, acabada y formada.

Cada pieza —así entendida— es otra esencia del arte, y es cada vez todo lo que es, es decir todo el arte en sí. La obra de arte moderna implica una puntualidad estética, acto que acabado en sí conforma otra historia distinta del ritmo de "la progresión" histórica. La obra de arte interrumpe la linealidad como proceso o como progreso. Y como luego afirmará Heidegger, resta únicamente saber si es arte o no lo es.

Viendo a la arquitectura —y por qué no también a su enseñanza dentro de esta perspectiva— hace rato que uno puede afirmar que la obra de arquitectura dejó de ser un fin en sí misma. Sus fines son otros y siempre están fuera de la obra. Y no importa que llamemos a estos fines con diferentes nombres, ya sea: utilidad (económica), historicidad, simple espectáculo o, como dice Venturi, "anuncio" de fines que están siempre más allá de lo específicamente arquitectónico.

Sin embargo, la arquitectura significativa ha sido, a lo largo de la historia, acto de sentido. Sentido entendido como presencia "única" y como tal manifestación genuina de la cultura de un lugar. Así, la arquitectura es cultura. Así, la arquitectura siempre se sustrajo a la idea del útil (que sería lo contrario de la entelequia). Y recuerdo que Kant también definió, en su Estética, a la belleza como el concepto "sin objeto" o "lo que place sin interés". Utilidad y belleza difieren en sus fines. El útil es útil "como medio para..." y lo bello es bello "como fin".

Trascender la mera utilidad en belleza es el fin de la arquitectura. Es un fin ético y también estético. La edificación que no se plantea esta disyuntiva, queda en eso, en mera edificación y no trasciende. Arte y arquitectura son una misma cosa si atendemos a su fin.

En esta tensión se plantea el problema, en esta tensión está la dificultad o la manifestación del talento y la creatividad y, parafraseando a Heidegger, sólo resta saber cada vez que nos enfrentamos a una obra, si "es" o no "es" arquitectura. Kahn lo decía de una forma más enigmática: "La arquitectura es sólo lo que se ofrece al Santuario del Arte".

A. Vaca Bononato es arquitecto y docente de la Fac. de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Belgrano.

viernes, 6 de mayo de 2011

Arte y plasticidad de la arquitectura republicana                        
El valor artístico y plástico en la arquitectura gestado por los inicios del ser dominicano, en la sazón de la definición de la república, no  puede observarse con  la óptica con que se ve lo monumental en otras culturas, sino que debe ser observada, estudiada y  entendida, no sólo por sus caracteres formales o por su valor testimonial, sino más bien por su significación explícita de la memoria, como representación e imagen de la colectividad, como elemento identificatorio del ser criollo, como expresión del sentido estético de cada colectivo en su ámbito como materialidad de las relaciones con soluciones de su  hábitat.
Es que su estética, su riqueza, se basa en la lectura de la hibridación, cruce y mesticismo de estilos, de lenguajes, entendidos como entrecruzamientos e intercambios de formas culturales en la mezcla y superposiciones de patrones espaciales y tendencias hipológicas, entendidas como una adaptación o acomodación determinada por el hábitat en su ámbito, al contacto y fricción con la realidad del medio ambiente, de vida y sus relaciones con los grupos sociales.
De ahí las derivaciones de los referendos universales del evocativo Victoriano, Neoclásico y Popular como simplificación de ambos. Todos estos lenguajes, esta estética y plasticidad se traducen en una expresión sincrética y superpuesta, que expresa, los movimientos y contradicciones que la dinámica que el tiempo le imprime a la definición de la cultura en la adaptación del hábitat a los diferentes modos de vidas. Además, el ámbito connota y denota valores y posturas frente al hábitat, latentes y explícitas, en cada expresión y en los patrones de formalización estética con lo que se construye y apropia el universo espacial de cada conglomerado social, como una expresión última de una territorialización de sus símbolos.
En nuestra arquitectura tradicional, la conformidad física, es olvidada a través de la relación directa con elementos simbólicos que jerarquizan el espacio, como las arcadas, transom, puertas centradas, dotándolo de categorías y apropiaciones, establecidas en función de su significación dentro de la vida comunitaria, territorial y familiar. Y es que dentro de la  gerarquización e inexistencia de monumentalidad que constituyen hitos o marcas en el territorio, permite entonces una valoración estética de la espacialidad como totalidad de una serie de componentes que definen la plasticidad y el arte en el ámbito de nuestra arquitectura Republicana.
Para concluir, me permitiré citar estos párrafos de Borges en su libro Ficciones, y cito: “La geometría de Tlön comprende dos disciplinas algo distintas: la visual y la táctil. La última corresponde a la nuestra y la subordinan a la primera. La base de la geometría visual es la superficie, no el punto. Esta geometría desconoce las paralelas y declara que el hombre que se desplaza modifica las formas que lo circundan. La base de su aritmética es la noción de números indefinidos. Acentúan la importancia de los conceptos de mayor y menor, que nuestros matemáticos simbolizan por > y por <. Afirman que la operación de contar modifica las cantidades y las convierte de indefinidas en definidas.
El hecho de que varios individuos que cuentan una misma cantidad logran un resultado igual, es para los psicólogos un ejemplo de asociación de ideas o de buen ejercicio de la memoria. Ya sabemos que en Tlön el sujeto del conocimiento es uno y eterno”.

REFERENCIA: (Fuentes 21-24, Ciudad Corazón)
(blogs CEU diseño y arquitectura)
(blogs CEU diseño y arquitectura)

miércoles, 4 de mayo de 2011

Los arquitectos y los artistas, trabajo conjunto

Cesar Pelli - Los arquitectos y los artistas deben de trabajar e interactual conjuntamente para un pleno desarollo del trabajo.
A continuación, se presenta un video Pelli:

http://www.youtube.com/watch?v=zYctMNI8C_w

Neufert. Arte de proyectar en arquitectura

Neufert. Arte de proyectar en arquitectura

 Arte de proyectar en arquitectura reúne de forma sistemática los fundamentos; normas y prescripciones sobre recintos; edificios; exigencias de programa y relaciones espaciales; dimensiones de edificios; locales; estancias; instalaciones y utensilios con el ser humano como medida y objetivo. Además; en esta edición se han revisado algunos capítulos y se han añadido otros: instalaciones deportivas acuáticas; cubiertas; hoteles; evacuación de incendios; muebles y utensilios de cocina; establecimientos de comida rápida; fachadas de madera; normativas de ahorro energético; ascensores; arquitectura solar; rehabilitación y reutilización de edificios; etc. Por todo ello; además de completar los contenidos respecto a las anteriores ediciones; esta nueva versión es fiel a la obra de Ernst Neufert y continúa siendo una referencia bibliográfica de reconocido valor universal y un manual indispensable para arquitectos; arquitectos técnicos; ingenieros; constructores; profesores y estudiantes. Desde su primera edición alemana en el año 1936; se han realizado 37 nuevas ediciones en alemán y 15 en castellano; se ha publicado en 18 idiomas diferentes y se han vendido más de un millón de ejemplares en conjunto.
  • Neufert, Ernst, (aut.)
  • Siguán Boehmer, Jordi; Beneitez-Heinrich, Lola, (tr.)
  • Editorial Gustavo Gili, S.A.
  • 15ª ed., 2ª imp.(04/2006)
  • 688 páginas; 30x21 cm
  • Idiomas: Español
  • ISBN: 8425220513 ISBN-13: 9788425220517
  • Encuadernación: Cartoné

Arte y arquitectura por el Clarín.

Arte y arquitectura







El fin de la arquitectura es trascender la mera utilidad en belleza, por lo que toda la arquitectura es arte. Cuando estamos frente a una obra, sólo resta saber si "es" o no arquitectura.






ALEJANDRO VACA BONONATO.





Qué relación existe entre el arte y la arquitectura? ¿Es la arquitectura una obra de arte? ¿O, por el contrario, al estar sometida a la economía y a las leyes de la utilidad y el mercado la arquitectura ya dejó de ser un arte, si es que alguna vez lo fue?

Se agolpan las preguntas y es difícil una respuesta única. Louis Kahn, en un artículo publicado en The Voice of America de 1960, dijo algo esclarecedor: "Un pintor puede pintar las ruedas de un cañón cuadradas para expresar la inutilidad de la guerra. Un escultor también puede esculpir cuadradas las mismas ruedas. Pero un arquitecto debe usar ruedas circulares. Aunque la pintura y la escultura jueguen un papel espléndido en el campo de la arquitectura, no obedecen a la misma disciplina". Con esta afirmación categórica, Kahn habla de una especificidad propia de la arquitectura, diferente de la de la pintura o la escultura.

Aristóteles introduce el concepto de "entelequia", que luego tomará Kant para referirse a la obra de arte. La entelequia implica un fin intrínseco o la idea de una finalidad sin fin. Y entendiendo el tema —desde el concepto de obra de arte acuñada por la Modernidad— significa que no hay ninguna pieza de arte que se justifique por otra. Cada obra de arte "es", porque es una unidad, no es una perfección en tanto meta, sino aquella perfección que se refiere al advenimiento de una sola cosa, acabada y formada.

Cada pieza —así entendida— es otra esencia del arte, y es cada vez todo lo que es, es decir todo el arte en sí. La obra de arte moderna implica una puntualidad estética, acto que acabado en sí conforma otra historia distinta del ritmo de "la progresión" histórica. La obra de arte interrumpe la linealidad como proceso o como progreso. Y como luego afirmará Heidegger, resta únicamente saber si es arte o no lo es.

Viendo a la arquitectura —y por qué no también a su enseñanza dentro de esta perspectiva— hace rato que uno puede afirmar que la obra de arquitectura dejó de ser un fin en sí misma. Sus fines son otros y siempre están fuera de la obra. Y no importa que llamemos a estos fines con diferentes nombres, ya sea: utilidad (económica), historicidad, simple espectáculo o, como dice Venturi, "anuncio" de fines que están siempre más allá de lo específicamente arquitectónico.

Sin embargo, la arquitectura significativa ha sido, a lo largo de la historia, acto de sentido. Sentido entendido como presencia "única" y como tal manifestación genuina de la cultura de un lugar. Así, la arquitectura es cultura. Así, la arquitectura siempre se sustrajo a la idea del útil (que sería lo contrario de la entelequia). Y recuerdo que Kant también definió, en su Estética, a la belleza como el concepto "sin objeto" o "lo que place sin interés". Utilidad y belleza difieren en sus fines. El útil es útil "como medio para..." y lo bello es bello "como fin".

Trascender la mera utilidad en belleza es el fin de la arquitectura. Es un fin ético y también estético. La edificación que no se plantea esta disyuntiva, queda en eso, en mera edificación y no trasciende. Arte y arquitectura son una misma cosa si atendemos a su fin.

En esta tensión se plantea el problema, en esta tensión está la dificultad o la manifestación del talento y la creatividad y, parafraseando a Heidegger, sólo resta saber cada vez que nos enfrentamos a una obra, si "es" o no "es" arquitectura. Kahn lo decía de una forma más enigmática: "La arquitectura es sólo lo que se ofrece al Santuario del Arte".

A. Vaca Bononato es arquitecto y docente de la Fac. de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Belgrano.


domingo, 1 de mayo de 2011

Fran Gehry Arquitecto Plástico

Nació con el nombre de Ephraim Goldberg en Toronto, Canadá, pero adoptó más tarde la nacionalidad estadounidense. Su familia era de origen judío-polaca, con un padre que se dedicaba al comercio de materiales y una madre melómana. Se graduó en 1954 (año en que se cambió el nombre por presiones de su exmujer) de sus estudios de Arquitectura y comenzó a trabajar en el estudio de Victor Gruen y asociados en Los Ángeles. Tuvo que ausentarse durante un año para hacer el servicio militar y, a su regreso, fue admitido a la Escuela de Diseño en la Universidad Harvard para estudiar Urbanismo. A su regreso a Los Ángeles se incorporó nuevamente al despacho de Gruen.
En 1961, ya casado y con dos hijas, Gehry se trasladó con su familia a París, donde trabajó en el estudio de André Rémonder. La educación francófona que había recibido en Canadá le fue de gran ayuda para desenvolverse en París. Permaneció un año, durante el cual estudió las obras de Le Corbusier y otros arquitectos franceses y europeos, así como las iglesias románicas existentes en Francia.
Cuando regresó a Los Ángeles, Gehry abrió su propio despacho de Arquitectura. En los años siguientes fue desarrollando su estilo arquitectónico personal y ganando reconocimiento nacional e internacional. Su arquitectura es impactante, realizada frecuentemente con materiales inacabados. En un mismo edificio incorpora varias formas geométricas simples, que crean una corriente visual entre ellas. Sus diseños no son fáciles de valorar para el observador inexperto, ya que una buena parte de la calidad de diseño se encuentra en el juego de volúmenes y en los materiales empleados en las fachadas, preferentemente el metal, en todo lo cual sólo el entendido reconoce enteramente la armonía y el diseño estructural.
Gehry es uno de los arquitectos contemporáneos que considera que la Arquitectura es un arte, en el sentido de que una vez terminado un edificio, éste debe ser una obra de arte, como si fuese una escultura. Para acercarse cada vez más a este ideal, Gehry ha ido trabajando en sus sucesivos proyectos en esta dirección, sin abandonar otros aspectos primordiales de la arquitectura, como la funcionalidad del edificio o la integración de éste en el entorno.
Habiendo crecido en Canadá, Gehry es un gran aficionado al hockey, En el 2004 diseñó el trofeo de la Liga Mundial de Hockey.
Premios

En reconocimiento a su labor, Frank Gehry ha recibido numerosos y prestigiosos premios y distinciones, como las siguientes:
• 1977 - Arnold W. Brunner Memorial Prize in Architecture (American Academy of Arts and Letters.)

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